En un predio alejado del barrio Weißensee al norte de Berlín, Bruce Springsteen dio el único y más grande concierto de rock que tuvo lugar en la DDR un 19 de Julio de 1988.
Bruce Springsteen tocó para oficialmente 160.000 personas y una transmisión en vivo por radio y televisión que llegó a mas de 3.000.000.000 de espectadores.
Personas de todas partes de Alemania oriental fueron hasta Berlín del Este para estar en este concierto y causaron el peor embotellamiento de la historia de la DDR. Según informes posteriores de la Stasi, se cree que llegaron a haber hasta casi 400.000 personas ese día, aunque esta información nunca pudo ser oficial ya que el predio estaba habilitado para el máximo anunciado y solo se vendieron esa cantidad de entradas.
“Creer que el concierto de Springsteen contribuyó al movimiento que provocó la caída del Muro de Berlín depende en cierta medida de creer o no en
<strong”>el poder del Rock and Roll
Fue tal el número de gente convocada que los organizadores no tuvieron más opción que abrir las puertas y dejar que todos ingresaran a ver a la estrella del rock con o sin entrada.
Mientras la multitud esperaba de pie en el campo frente a un escenario improvisado, dos pantallas con transmisión en vivo (primera vez que sucedía en un concierto oriental) y un sonido que dejaba mucho que desear por la falta de elementos que deberían haber sido provistos por el lado oeste, Springsteen brindó un concierto de 4 horas y 32 canciones sin interrupciones mientras los espectadores flameaban banderas de Estados Unidos y sostenían carteles con mensajes y pedidos de sus canciones favoritas.
Luego de una larga espera sonaron los primeros acordes y el concierto comenzó con la canción “Badlands” acerca de un joven enojado y lleno de ira frente al sistema en el que vive, ¿Coincidencia o el primer mensaje del jefe a su público?
El gobierno asumió que la reacción de la policía había sido exagerada frente a unos jóvenes que simplemente querían un poco de la música y la diversión que estaba teniendo el Oeste.
Cabe destacar que por primera vez no se hicieron regulaciones en el setlist de un concierto ni se le dio ningún tipo de recomendación al artista en relación a que se podía tocar y que no. En aquellos años, las bandas de Alemania Occidental siempre tenían que mostrar una la lista de las canciones aprobadas por las autoridades si deseaban que su show comience.
Dada la situación política que se vivía en Alemania, el concierto fue anunciado por los organizadores como un concierto en beneficio de Nicaragua sin que Bruce Springteen o su equipo lo supieran. Al enterarse de esto antes que comience el show, le pidió a su traductor que tradujese u texto y, a mitad de concierto, pronuncio unas palabras en alemán para que su público supiera verdaderamente porque se encontraba allí:
“Es ist schön in Ost-Berlin zu sein. Ich bin nicht für oder gegen eine Regierung. Ich bin gekommen, um Rock ‘n’ roll für euch zu spielen in der Hoffnung, dass eines Tages alle Barrieren abgerissen warden”. (Es genial estar en el este de Berlín. No estoy a favor o en contra de ningún gobierno. Vine a tocar rock ‘n’ roll para ustedes, con la esperanza de que un día todas las barreras sean derribadas)
Y luego, simplemente, comenzó a cantar “Chimes Of Freedom” de Bob Dylan,
“Through the city’s melted furnace, unexpectedly we watched, with faces hidden as the walls were tightening, as the echo of the wedding bells before the blowin’ rain, dissolved into the bells of the lightning, Tolling for the rebel, tolling for the rake, Tolling for the luckless, the abandoned an’ forsaken, Tolling for the outcast, burnin’”.
Tanto el discurso como la canción fueron cortadas de la transmisión en vivo del concierto.
¿Por qué un concierto de rock? ¿Por qué Bruce Sprinsgteen?
El concierto fue parte de una estrategia política llevada a cabo por la FDJ, la organización oficial de jóvenes dentro del partido Socialista, para calmar a la juventud cada vez mas desilusionados con el régimen comunista y así evitar que siguieran solicitando visas de salida hacia el Oeste.
Un año antes, en 1987, David Bowie se había presentado en el lado occidental y miles de jóvenes se habían acercado al muro para tratar de escuchar el concierto pero fueron de esparcidos por la policía que despejaron el área utilizando pistolas eléctricas y cachiporras.
Tiempo después, el gobierno asumió que la reacción de la policía había sido exagerada frente a unos jóvenes que simplemente querían un poco de la música y la diversión que estaba teniendo el Oeste. Este nivel de agresividad solo alimentaba la furia y daba más argumentos a la rebelión de los jóvenes del Este.
Bruce Springsteen fue el elegido. Según archivos de la Stasi, se llegó a convencer a los altos mandos del partido comunista sobre la elección del artista haciendo énfasis en las raíces de clase trabajadora del artista como así también en sus letras acerca del lado oscuro del estilo de vida norteamericano. A su vez, se les dijo que la funcionalidad política del concierto sería a beneficio de Nicaragua, decisión que el cantante nunca supo hasta su llegada a Alemania.