Luego del éxito de Narcos: México en la primera temporada, Netflix no tardó mucho tiempo en anunciar la segunda instalación de esta nueva historia. Siguiendo los pasos del famoso agente encubierto de la DEA estadounidense, Enrique “KikI” Camarena, quien fuera brutalmente torturado y asesinado por el cartel de Guadalajara.
Durante la primera instalación de Narcos México, basada en hechos reales, Camarena llega para desactivar al cartel mientras que Gallardo, interpretado por Diego Luna, va creciendo formando su propio imperio. Las historias de ambos protagonistas se van entrecruzando. Mientras la DEA más se acerca a Gallardo, este crece aún más.
La narrativa no solo cuenta la historia dramatizada que culminó con el asesinato de Camarena sino también que se entremezcla con hechos reales en la década del ochenta en México como el terrible terremoto que sacudió al DF en el ’85 y que fue el principio del fin para el PRI.
La temporada 2 de Narcos: México toma un giro interesante utilizando al narrador que ocasionalmente aparece desde el comienzo de la serie, Scoot McNairy, como protagonista del lado de la DEA. Curiosamente, el primer capítulo de Narcos Colombia contaba la historia de Camarena y cómo su asesinato desató una guerra.
Esta segunda temporada tendrá a la DEA realizando una cacería en las sombras para capturar a los responsables del asesinato de Kiki Camarena incurriendo en toda clase de actos ilegales y desesperados por momentos.
A lo largo de que se suceden los capítulos los agentes de la DEA se plantean serios dilemas morales sobre cómo proceder ante los secuestros e interrogatorios que ellos mismo tienen que realizar. Esto arroja una mirada interesante acerca de cómo se veía tradicionalmente a los estadounidenses como los 100% buenos y legales y los latinoamericanos como todo lo contrario. Este cambio y humanización de sus personajes ha sido algo que Narcos de Netflix ha puesto en el foco desde el comienzo de su franquicia.
Desde el 13 de febrero ya puedes ver la segunda temporada por Netflix.