La amplia trayectoria profesional de Arantxa de Juan justifica el acercamiento a sus realizaciones artísticas dentro de los ámbitos cinematográficos, teatrales y de la docencia. Su participación en distintas series de televisión con personajes fijos: “A las 11 en casa”, “Amar en tiempos revueltos”, “Señor alcalde”, “El síndrome de Ulises”, “Agitación + IVA”, “La pecera de Eva” y la colaboración en distintas producciones internacionales, como “Comisario Rex”, “Embassy” (BBC) y Paul Merton in Spain (BBC) es notoria.
En la actualidad se encuentra representando, la 4ª temporada de “Magnani Aperta”, un éxito del off madrileño del que es autora, directora e intérprete principal.
“Del cine me encanta la sutileza y, desde luego, la sensación del trabajo en equipo.”
Con una relación profesional muy ligada a la ciudad de Nueva York, donde comenzó sus estudios de arte dramático y donde, en los últimos dos años, ha estado colaborando con Susan Batson, coach de Nicole Kidman, Juliette Binoche y Oprah Winfrey entre otros. Actualmente es la única persona en España que enseña de forma continuada el training de Susan Batson.
Su último papel protagonista ha sido el personaje de Federico/Lizzi un transexual en la película del director de cine panameño Arturo Montenegro, “Todos cambiamos” donde da buena muestra de sus dotes interpretativas plenas de sensibilidad, ductilidad y transformaciones físicas. Con su ejercicio de disciplina interpretativa, creación de ideas y entrega al personaje Arantxa de Juan consigue que nos la creamos y que queramos a este Federico/Lizzi que se encuentra en la cárcel de su propio cuerpo.
Charo García Diego: En su trayectoria artística observamos su paso por el teatro, el cine y la televisión ¿En cuál de estos medios se siente más realizada?
Arantxa de Juan: El teatro es el medio que más domino y en el que más libre me encuentro. Adoro esa sensación de “ahora o nunca” y pienso que el actor tiene más poder en este medio.
“Lo que yo he contado de Anna Magnani son aquellas partes en las que me siento identificada con ella: El amor y el respeto por este trabajo, el no venderse a la fama.”
Del cine me encanta la sutileza y, desde luego, la sensación del trabajo en equipo. La televisión ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Ahora se están haciendo productos de muchísima calidad. Es verdad que requiere más agilidad a la hora de rodar, porque la velocidad de grabación es más rápida que el cine. Por eso es una buena gimnasia para el actor.
CGD: Su formación se encuentra vinculada a la ciudad de New York y
a Susan Batson, coach de Nicole Kidman, Juliette Binoche y Oprah Winfrey,
¿qué influencia ha tenido en sus trabajos artísticos?
AJ: Conocer a Susan Batson me cambió la vida. Fue en el año 2013, una época en la que estaba muy perdida como actriz. Yo siempre había vivido de mi trabajo, pero notaba que me faltaba algo, no llegaba a estar cómoda.
Decidí volver a Nueva York, donde ya había vivido anteriormente y me metí en el programa completo del estudio de Susan. Ella me dio claves fundamentales para mi trabajo. Explorar los personajes desde su metodología hace que luego el trabajo sea fácil y, por lo tanto, placentero.
Con ella redescubrí mi pasión por este maravilloso trabajo, al que yo creí haber llegado por una serie de casualidades de la vida
A raíz de estos estudios surgió la idea de “Magnani Aperta”, que me ha supuesto un giro profesional de 180 grados.También me preparé con ella el personaje de mujer trans para la película panameña “Todos cambiamos”, por la que me han otorgado los primeros premios de mi vida.
CGD: La pandemia ha interrumpido la representación de su obra de teatro “Magnani Aperta” en su cuarta temporada. ¿La conclusión de dedicarle una obra de teatro a la musa indiscutible del cine neorrealista, Anna Magnani, con todo lo que ello tiene de grandioso y arriesgado hizo difícil la decisión?
AJ: Hacer “Magnani Aperta” surgió de una necesidad visceral de contar la fragilidad de las mujeres que resultamos “peligrosas” a quien nos trata. La propuesta de adentrarme en el personaje fue de Susan Batson, que vio en mí la energía de Anna Magnani. Luego me dediqué 3 años a investigar sobre ella, fue un “viaje” maravilloso, porque era el fruto de una pasión que iba creciendo a medida que me acercaba a ella. Sabía que no me podía morir sin hacerlo y, al final, puse hasta mi casa para contar su historia. Ella (Anna Magnani) me infundió valor para hacer aquello en lo que realmente creía y la sorpresa fue que el público y la crítica han sabido valorar mi “comunión” con Anna y, sobre todo, han vivido con ella (y conmigo) su historia.
Desde luego era consciente de la responsabilidad de dar vida a un personaje tan icónico, pero hasta la última función lo he hecho desde la humildad, sin más pretensión que dejarla vivir en mí.
La pandemia llegó a tres semanas de lo que había programado como el final de esta aventura. Pero habrá que darle el homenaje que merece cuando pase todo esto.
CGD: Usted no solo interpreta a Anna Magnani, ha dirigido su puesta en escena teatral y cede como escenario su propio hogar en el centro de Madrid. Una implicación tan absoluta con el personaje la sitúa en posición privilegiada en lo que respecta al conocimiento de la actriz y sus películas. ¿Qué rasgos destacaría de la misma y dónde se siente usted más identificada con la gran actriz?
AJ: Lo que yo he contado de Anna Magnani son aquellas partes en las que me siento identificada con ella: El amor y el respeto por este trabajo, el no venderse a la fama. Sus conceptos de lealtad y sinceridad. El defenderse de las traiciones, aun a costa de su imagen. Su pasión y entrega por los que ama. También me identifico con ella en su poesía, en su gusto por las reformas de las casas, por el mar.… y por Roma, la ciudad de la que sigue siendo símbolo indiscutible.
CGD: He visto varias representaciones de su obra, soy fiel defensora del cine en el que la artista desarrollo una grandiosa parte de su carrera cinematográfica ello me concede el derecho a decir que usted crea una “Magnani” de la que ella se sentiría orgullosa. Imagine un “momento mágico felliniano” – el cine es una fábrica de sueños -, usted está compartiendo con ella mesa y mantel. ¿Qué le diría?
AJ: Creo que le pediría que me cocinara una pasta y luego la disfrutaría a su lado con un buen vino, disfrutando del momento entre risas y canciones.
Creo que también intentaría sonsacarle qué personaje se quedó con las ganas de hacer, o por qué proyecto sería capaz de volver al cine.
En “Todos cambiamos” 2019, director panameño Arturo Montenegro, da vida a un transexual casado y con tres hijos que asume una operación de cambio de sexo. ¿Qué recuerdos le deja un trabajo tan duro y que requiere de transformaciones físicas y con una carga emocional tan importante?
AJ: El personaje de Federico/Lizzie ha sido el personaje más duro que he interpretado en mi vida. No sólo porque requería un trabajo de transformación física importante, sino por sentir la soledad tan inmensa de una persona que arriesga todo por conseguir llegar a ser quien siente que es.
Yo desconocía en gran medida el problema que vive esta gente y tuve la suerte de tener una vecina trans que me puso en contacto con otras mujeres trans que estaban haciendo la transición y que me contaron sus experiencias, sus emociones. Sentí en mi espalda a todas esas mujeres pidiéndome contar su historia para que el mundo la entendiera.
Me ayudó mucho el trabajo de preparación con Susan Batson, porque en esta investigación pude conocer las tripas del personaje y lo que yo tenía en común con ella.
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También el hecho de rodar en Panamá y Tailandia, con un equipo totalmente desconocido me ayudó a vivir esa soledad. No habíamos tenido ensayos previos y la mayoría de los otros personajes no estaban interpretados por actores profesionales. Eso provocó el que yo tuviera que vivir esa experiencia en mi burbuja privada, justo como el personaje.
No me di cuenta de la carga emocional que me había supuesto hacer la película hasta después de rodar. Sólo cuando paré fue consciente de por todo lo que había pasado.
CGD: Su interpretación le ha sido recompensada con varios premios en festivales internacionales, ¿Qué siente al ser reconocida por un trabajo como este cuya realización lleva implícita la normalización, el reconocimiento y la libertad de elegir la vida que uno desea a nivel sexual y de convivencia con los demás?
AJ: Yo estoy muy orgullosa de haber participado en esa película, que suponía toda una revolución en un país tan cerrado al tema como Panamá.
Ha sido muy bonito leer los comentarios de mujeres trans dándome las gracias por la forma en que defendí a Lizzie y cómo ellas se habían sentido tan identificadas con el personaje. La película ha sido estrenada en varios países latinoamericanos y espero que sirva para reconocer el dolor y la valentía de las personas que pasan por ese trance.
Además, me han otorgado un premio en Los Angeles Film Awards y en Oklahoma y eso siempre gusta.
CGD: ¿Qué piensa de la situación que vive la cultura y todos los que se dedican a ella como forma de vida? ¿Qué propone para salir del paso?
Creo que el momento actual es dificilísimo para los que trabajamos en temas culturales. Esta pandemia va a ser un mazazo largo e importante para nosotros y el desconcierto es enorme.
Estoy segura de que buscaremos la manera de seguir creando. Precisamente nosotros, que nos tenemos que reinventar con cada trabajo, que estamos tan hechos a la incertidumbre, encontraremos la fórmula para salir adelante.
Es pronto para plantear soluciones, porque la realidad que experimentamos es muy diferente de las que hemos conocido hasta ahora y, sobre todo, no sabemos cómo repercutirá esto en el futuro. Pero nos recuperaremos del shock y buscaremos la manera de poder seguir creando. Eso seguro
CGD: ¿Quiénes son sus directores de cine y teatro preferidos?
Y ¿Sus actores y actrices?
AJ: Yorthos Lanthimos, Isabel Coixet, Carla Simón, Rodrigo Sorogoyen Jon Garaño y Aitor Arregui en cine.
En teatro, pienso que Peter Brook es el gran maestro. Me han fascinado funciones de Wadji Mouawad, Dan Jemmet, Luis Luque últimamente.
Respecto a los actores, además de Joaquín Phoenix, John Turturro, Juliette Binoche, Kate Winslet, estoy redescubriendo a Javier Cámara. Le he visto recientemente en dos cosas totalmente distintas, “Vota Juan” y “The new pope” y es magistral
CGD: Cuénteme algo que quiera compartir con los lectores de nuestra revista.
AJ: Quisiera transmitir mi deseo de calma, de reflexión. Estamos en un momento complicadísimo y debemos permanecer unidos frente al horror de esta pandemia global.
Buscar culpables no sirve para nada. Necesitamos bajar “revoluciones” y ayudarnos a superar la que se nos viene encima desde el amor y la solidaridad.
Todos estamos desconcertados, dolidos, asustados. Pero el odio y la violencia nunca serán herramientas válidas para hacer un mundo mejor, que es de lo que se trata.
Charo García Diego
(Salamanca 1961) es Pedagoga, Socióloga y Psicóloga Social. Organizadora, coordinadora y difusora en los medios de comunicación de actividades culturales desde 1990 en España. Desde sus inicios universitarios, estudia, investiga y escribe crítica de cine. En su currículo consta la organización de diversos festivales de cortometrajes y la semana de cine independiente español. Promueve encuentros entre narradores, poetas y músicos. Sus intereses giran en torno a la difusión de culturas transversales, multipluridisciplinares y versátiles que aporten enriquecimiento formativo a las nuevas generaciones.