Conexión Humboldt – El mundo está cambiando y los jóvenes lo saben. La sostenibilidad ha dejado de ser una moda para transformarse en la base de cualquier proyecto. La última camada de millennials lo sabe y lo adopta como una manera de vida. El programa, desarrollado por el Goethe-Institut, trajo a un grupo de 15 jóvenes latinoamericanos se dieron cita en Berlín del 21 al 26 de octubre para empaparse de la innovación, las ideas y las herramientas del país de acogida. Allí presentaron sus proyectos científicos, culturales y artísticos y establecieron sus primeros contactos con instituciones y pares alemanes. El objetivo: aprender todo lo que puedan en Berlín para avanzar sus proyectos de una forma más holística.
Berlín, punto de encuentro entre Alemania y Latinoamérica
La capital alemana vio nacer y morir a Alexander von Humboldt, científico y humanista que dejó de lado su carrera de funcionario prusiano para embarcarse en una aventura en todos los sentidos: un viaje de cinco años por Latinoamérica explorando, estudiando y analizando los distintos ecosistemas del continente. Su legado no solo sirvió de inspiración y apoyo para otros pensadores y científicos de la talla de Charles Darwin, sino que hoy en día continúa siendo material de referencia para entender de forma más precisa el funcionamiento del mundo que habitamos.
El 250º aniversario de su nacimiento no podía llegar en mejor momento: el año 2019 ha estado marcado por manifestaciones, reivindicaciones y movimientos medioambientales para exigir la declaración del estado de emergencia climática que obligue a los gobiernos y empresas aplicar medidas efectivas para detener la pérdida de biodiversidad y reducir a cero las emisiones netas de gases invernaderos para 2050.
Con el nombre “Humboldt y las Américas”, el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania y el Goethe-Institut han dedicado un año temático a la naturaleza, la ciencia y la innovación mediante la figura de, como así lo define Daniel Alscher, “el embajador perfecto de Alemania para promover la cooperación científica y la cooperación internacional en retos globales como el cambio climático, la biodiversidad y el medio ambiente”. Dentro de las diversas actividades que han acontecido durante este año temático, está Conexión Humboldt, un intercambio de experiencias e ideas entre Latinoamérica y Alemania con la protección del medio ambiente como protagonista.
Sin embargo, esta vez, 220 años después, el trayecto es a la inversa: son ahora 15 jóvenes procedentes de Colombia, México, Chile, Ecuador, Costa Rica y Guatemala los que viajan hasta Berlín, la ciudad originaria de Humboldt, para compartir las problemáticas de sus comunidades locales, presentar sus proyectos y crear redes a fin de avanzar en la construcción de un mundo más sostenible a ambos lados del Atlántico. Sin embargo, sin interdisciplinariedad no se puede hablar de sostenibilidad. Y muestra de ello es la heterogeneidad que caracteriza a las iniciativas que han postulado y finalmente participado en Conexión Humboldt.
Durante esta visita, los participantes tuvieron la oportunidad de conocer otros proyectos con el sello de instituciones públicas locales y organizaciones de la sociedad civil a fin de intercambiar ideas. Tampoco faltaron los talleres sobre marketing, visibilidad y creación de modelos de negocios. Al final de su estancia en Berlín, todos los participantes coincidieron en que ha sido una experiencia muy enriquecedora, no solo por toda la inspiración y los conocimientos que se llevan a casa, sino por el haberse dado cuenta de que son muchos los que están luchando por conseguir un futuro mejor.
Esperaba que esta visita a Alemania me sirviera de inspiración al conocer proyectos e individuos trabajando por crear un mundo sostenible. El objetivo se ha cumplido: me siento más motivada para continuar mi proyecto personal y, tal vez, emprender otro que fomente vías más sostenibles en línea con lo que he estado haciendo durante más de un año y medio. Sandra Fabiola, Perú.
La innovación en clave ambientalista de Conexión Humboldt
Considerado el precursor del ambientalismo, Humboldt concibió la naturaleza como un organismo vivo de enormes dimensiones capaz, entre otros, de generar sus propios mecanismos de defensa para garantizar su supervivencia.
En México, un pequeño insecto de no más de dos milímetros, el pulgón amarillo, viene poniendo en jaque desde 2015 al sector agrícola. Estas plagas han reportado la destrucción por completo de cultivos estratégicos para el país como el maíz o la caña de azúcar. La respuesta a corto plazo de los agricultores y el gobierno ha sido el uso de pesticidas, con el impacto negativo que supone para el medio ambiente, además de para la salud de los agricultores y los consumidores.
Infoquímicos: una opción de sostenibilidad es el proyecto que representa la mexicana Guadalupe en Berlín. Este grupo de estudiantes investiga una solución existente dentro de la propia naturaleza para controlar las plagas de ácidos sin necesidad de productos químicos. A este fenómeno natural se le llama infoquímicos, unas sustancias que, nos explica la joven, expulsan las plantas al sentirse atacadas por estos ácidos. Dichas sustancias atraen a otro tipo de insecto, las Coccinellidae, comúnmente conocidas como mariquitas o catarinas, que acaban de manera natural con la plaga sin daño alguno para la planta o el cultivo.
Proyectos medioambientales como este, nos comenta Guadalupe en una entrevista para Lado|B|erlin, suponen una coyuntura para la sociedad en su país. Por un lado, proyectos como Infoquímicos requieren una gran inversión de dinero con beneficios tangibles a largo plazo . Sin embargo, la actual crisis medioambiental requiere actuaciones de inmediato que el gobierno encuentra en soluciones cortoplacistas, pero sin perspectivas de futuro. Y he aquí, según Guadalupe, el papel de la sociedad civil: brindar la oportunidad a programas que ayuden a encontrar alternativas más respetuosas con el medio ambiente, así como aplicar entre los humanos el principio de interconectividad que impulsó Humboldt.
El equipo de investigadores del Instituto de Investigaciones de Ingeniería de la Universidad de Costa Rica en San José, del que forma parte otro de los participantes de Conexión Humboldt, Eddy Jirón García, ha encontrado la forma de aprovechar los residuos procedentes del cultivo de la piña, de la que su país es uno de los principales productores y exportadores del mundo. En lugar de recolectar y quemar el rastrojo procedente de este cultivo, el equipo de Eddy lo trata en el laboratorio para crear un textil no tejido que con la investigación e inversiones actuales alcanza para diversos usos: un material ecológico que los artesanos locales pueden emplear en la fabricación de pequeños productos (monederos, carteras, neceseres, entre otros), así como bolsas más resistentes como alternativa a las de plástico de un único uso.
Con la financiación suficiente, el resultado podría aplicarse en campos más ambiciosos y necesarios como, por ejemplo, la producción de tejidos ecológicos, lo que serviría de alternativa a los derivados del petróleo, el material más empleado dentro de la industria de la moda, la segunda más contaminante del planeta según las Naciones Unidas. Tejidos ecológicos de estas características, además, podrían solventar algunas de las problemáticas generadas por la moda rápida o fast fashion como la proliferación de microplásticos en el medio ambiente (aproximadamente un tercio de estos proceden del lavado de la ropa) o la imposibilidad hasta el momento de reciclar los tejidos textiles.
¿Y qué podemos hacer como ciudadanos?
La información y la concienciación es la otra cara de la moneda. En las últimas décadas, hemos adquirido hábitos que, aunque nos han hecho la vida más cómoda, acarrean consecuencia de alto impacto negativo para el medio ambiente.
Con un lenguaje cercano pero efectivo, desde Perú Sandra Fabiola y sus tres amigas, Ale, Rommy y Valeria, nos invitan en su plataforma digital Por dónde empiezo a cuestionarnos estos hábitos cotidianos y buscar soluciones al alcance de nuestra mano. Desde los beneficios de un consumo ético y responsable hasta ideas para reutilizar lo que ya no usamos, más de 29.000 usuarios en Facebook y 20.000 en Instagram siguen sus consejos y reflexiones, acompañados de slogans, datos interesantes e imágenes con gancho. Las chicas detrás de esta plataforma son conscientes de que cambiar no es fácil y que son muchas las trabas que uno puede encontrarse por el camino. Ni siquiera ellas mismas tienen la clave de todo. Consideran que están inmersas en un proceso diario de reeducación para llegar, poco a poco, a adquirir hábitos más conscientes y respetuosos con el medio ambiente. Lo importante es no tirar la toalla ante cualquier adversidad o dificultad.
No existen perfecciones en el mundo de la sostenibilidad y no hay que volvernos locos por eso ?. Cada una de nosotras empezó a cambiar sus hábitos a su propio ritmo y orden, y eso ¡está bien! Si te cuesta cambiar algo en ti, no te frustres ¡busca por otro lado! Lo importante es EMPEZAR e ir mejorando de a pocos.
Sandra Fabiola nos cuenta, además, que otro de los componentes principales de la plataforma es ofrecer una mayor visibilidad a los esfuerzos de otros grupos en el ámbito de la sostenibilidad. En Por dónde empiezo, otros proyectos medioambientales y sociales afines han encontrado una ventana en la que darse a conocer y hacer llegar su mensaje a un mayor número de personas.
Internet ofrece la posibilidad de divulgar conocimiento de manera rápida, sencilla y gratuita. Sin embargo, solo el 53% de la población mundial tiene acceso a la red. En concreto, según la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL), la penetración de internet en el continente solo llega al 46%, porcentaje que aumenta de manera considerable en las zonas rurales. Joshua, estudiante de Ecuador, ha hecho de una frase de Aristóteles el principal lema de su trabajo altruista en colegios de zonas rurales de su país: “el conocimiento es el único bien que crece cuanto más se comparte”.
Con su proyecto Offlinepedia, Joshua trae a estas comunidades rurales recursos divulgativos casi ilimitados sin necesidad de internet de manera asequible, mediante pequeños ordenadores fabricados con residuos informáticos y que funcionan con software y hardware libres. De esta manera, las comunidades locales, en especial los niños, pueden usar todo el conocimiento volcado en otro proyecto altruista, la Wikipedia, de manera offline. Dado que el interés de estas comunidades para adquirir nuevos conocimientos que les ayuden a solventar muchas de las necesidades socioeconómicas y medioambientales que padecen, Joshua nos cuenta que su proyecto está teniendo una gran acogida.
Humboldt y su conexión con el progreso
La relevancia de Humboldt en el ámbito científico y humanista es incuestionable. La historiadora Andrea Wulf lleva décadas analizando su legado, estudio que ha volcado en su obra La invención de la naturaleza: El Nuevo Mundo de Alexander von Humboldt, publicado en 2015.
El cambio climático ha comenzado a introducirse lentamente en las políticas de los países industrializados y, aún más tímidamente, en las estrategias comerciales de las grandes multinacionales. Hoy en día es un debate en vogue que, sin embargo, Humboldt predijo en 1801 al observar las consecuencias de la acción del hombre moderno en el entorno natural. También alertó del efecto dominó del cambio climático por la interconectividad entre los ecosistemas naturales, concepto del que también fue precursor. Creía en la universalidad de la ciencia y el conocimiento, de ahí que su trabajo divulgativo utilizara un lenguaje claro para llevarlo al público general.
En el ámbito humanista, criticó fervientemente las atrocidades sociales, económicas, políticas y medioambientales de la colonización (por entonces, gran parte de Latinoamérica estaba bajo el dominio de la corona española), así como el trato cruel que recibían las comunidades indígenas. Wulf utiliza declaraciones de Simón Bolivar para ilustrar la admiración que sentían figuras ilustres de la época por su legado humanístico y su defensa de la libertad de los pueblos: “Quien realmente descubrió Sudamérica fue Humboldt, ya que su trabajo fue mucho más útil para nuestro pueblo que el de todos los conquistadores”.