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De seguro has visto en Berlín un complejo con varios edificios iguales, con muchos departamentos, espacios verdes muy grandes y un cartel que diga “Wohnungsgenossenschaft”.
En Alemania existe el concepto de las cooperativas de viviendas o Wohnungsgenossenschaft, o WBG, surgidas hacia finales de la década de 1860 alcanzando su auge en 1950 en épocas de la DDR. La base que esta plantea es que una persona no es inquilina de un departamento sino que es co-propietaria dentro de un conjunto de viviendas. Por lo tanto, la co-propiedad no se refiere al departamento específico utilizado sino a la empresa inscripta como cooperativa de vivienda.
Este sistema hace que el precio mensual que se paga sea considerablemente bajo o accesible para los ciudadanos y que se garantice el derecho de vivienda de por vida evitando así enormes inversiones para comprar un piso.
Foto: Angela Monika Arnold
Si bien en estas WBG no se paga un depósito como garantía con los propietarios privados, se debe abonar un monto para el ingreso, el cual es determinado por la cooperativa y que suele rodear los 1.000€. Este dinero es en concepto de suscripción a las acciones de la cooperativa y por lo tanto, la confirmación de que la persona se vuelve una co-propietaria de las viviendas. Esto le otorga el derecho a votar en la junta general de la cooperativa e influir activamente en la política comercial de la empresa.
Así como en cualquier organización, existen diferentes actores dentro de estas cooperativas como ser: los miembros de la cooperativa, los representantes de la cooperativa, la junta supervisora, la junta directiva y la junta asesora.
En algunos casos, pudiera ser que la WBG llegara a contar con 1500 co-propietarios teniendo así una asamblea representativa. Esto implica que se elijan representantes y que el individuo pierda la posibilidad de acción directa frente a las políticas comerciales u organizativas.
Varias cooperativas de viviendas se comprometen a apoyar a sus miembros y ofrecerles servicios útiles relacionados con la vida misma: asesoramiento social, financiero, legal, eventos varios, servicios de recogida y entrega para personas mayores, entre otras cosas.
El balance de las finanzas de una organización son afrontados tanto por co-propietarios como accionistas. Por ejemplo, pudiera suceder que les ingresara dinero de forma anual si el balance cerrase positivo. En cambio, de ser negativo, todos habrán de abonar un dinero extra para solventar las necesidades comunes como pagos pendientes de acreedores, remodelaciones, etc.
Otro tema a considerar en estas formas de organización es el tiempo que se debe esperar para acceder a una de estas viviendas el cual puede ser de meses hasta años. Ya sea para ingresar a la cooperativa o para cambiarte de apartamento, las personas deben anotarse en el registro y esperar a que llegue su turno.
No confundir las Wohnungsgenossenschaft (WBG) con el Wohnberechtigungsschein (WBS)
Si bien suenan parecido y tiene siglas muy similares, son dos conceptos totalmente diferentes. Una es una cooperativa y la otra es un certificado de derecho de vivienda que se le solicita al Estado Alemán por bajos ingresos. Este certificado permite alquilar un departamento financiado con fondos públicos debido a la urgencia de vivienda en una familia.
Estos departamentos, los cuales el Estado de Berlín tiene el derecho de ocupar, están dispersos por toda la ciudad y son residencias individuales. Es decir, no es un edificio entero, un área específica o un conjunto de casas.
En Alemania hay más de 2.000 cooperativas de construcción que gestionan más de dos millones de apartamentos y tienen alrededor de tres millones de miembros. Solo en Berlín hay más de 80 cooperativas que gestionan más del diez por ciento del stock total de viviendas de la ciudad.
En Berlín, la cooperativa con mayor cantidad de viviendas es la Wohnungsgenossenschaft Lichtenberg que fue construida en el año 1954 por el régimen de la DDR sigue hoy en día en pie. Con un total de 10.489 apartamentos y 10.315 personas viviendo allí en octubre de 2015. La más poblada de Alemania, llegó a ser la Bauverein der Elbgemeinden eG (BVE) de Hamburgo, construída en 1989 con casi 22.000 ocupantes en 2017.
